El pasado 20 de octubre, organizamos una manifestación al frente de las puertas del Palacio de Justicia de la Ciudad de Leuven en apoyo a una madre proveniente de Venezuela para que pueda recuperar las visitas y hacer valer la custodia de sus cinco hijos desplazados en familias de acogida y por parte del progenitor que los retiene sin acatar los acuerdos de las visitas compartidas. A la manifestación acudimos amigas, amigos, e integrantes de otras organizaciones que en el #YOSÍTECREO, son también víctimas de este ejercicio de desplazamiento de menores en centros o familias de acogida. Con el uso de un instrumento legal contra la voluntad y acuerdo de Madres y en este caso de Mujeres Migrantes permanecen y viven bajo el sesgo interseccional de veredictos irregulares y decisiones legales que las llevan en un trayecto centrífugo de violencia y discriminación institucional por parte de funcionarios y funcionarias que prestan su servicio bajo el coste del erario.

La manifestación se realizó el martes y se llevó a cabo en la mañana de 9:00 a 11:00 en calma, de manera pacífica y legal, ya que previamente se había inscrito y aprobado dicha manifestación con el acuerdo de las autoridades de la Comuna de la Ciudad de Leuven. En un inicio estuvimos en las escaleras del edificio, después nos pidieron desplazarnos enfrente, al otro lado de la calle; poco después llegaron un par de camionetas que permanecieron estacionadas por dos horas tapando la manifestación y más tarde se concentraron más de 15 policías, los cuales en un momento llegaron a superar incluso el número de manifestantes. La presencia del cuerpo policial se justificaba en la garantización de la seguridad del evento, donde no sólo se revisó el permiso que nos garantiza nuestro derecho a estar pidiendo justicia a las madres separadas de sus hijos, sino que incluso se puso en duda la validez del mismo, cuestionando si las manifestantes habíamos falsificado el permiso. Cabe mencionar que estuvimos manifestantes y policías cerca de 45 minutos revisando las formalidades de la manifestación.

Comprendemos el ejercicio de verificación y autenticidad de la firma, además de la vigilancia al presentar una concentración de personas en el marco de la pandemia del COVID-19, sin embargo la respuesta del cuerpo policial en un contexto de manifestación que existía de manera legal resultó en la intimidación y entorpecimiento de la protesta, desplazándonos y bloqueando los puntos de encuentro de los y las manifestantes. A pesar de ello, los sucesos motivaron la curiosidad de los transeúntes, quienes se acercaron para leer en las pancartas los slogans escritos en neerlandés de la manifestación, y de los periodistas, que escucharon las demandas y entrevistaron a las manifestantes.

Cuatro meses después del evento, el pasado lunes 11 de febrero, las autoridades hicieron llamar a las manifestantes para interrogarlas por presuntas “amenazas de muerte”. Y es que seis meses antes de la manifestación pacífica y legal aquí descrita, en Abril del 2020, se había encontrado una muñeca amarrada en las puertas del Palacio de Justicia de Leuven, junto a la muñeca colgada había un letrero en francés que citaba algo así como “no más violencia a las mujeres y niños…”, producto de otra manifestación. Este hecho se clasificó como amenazante, vandálico y aterrorizante, además de que persigue un juicio de investigación. Este mensaje sin pruebas de quién y cómo sucedió, es motivo para inculparnos de un hecho ocurrido seis meses antes—en condiciones sumamente diferentes— en un acto que se contradice con la legalidad de la manifestación pacífica y la exigencia de justicia de las Mujeres y Madres Migrantes para poder visitar y estar en contacto con sus propios hijos.

Por este motivo nos pronunciamos este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres y de las Niñas en Bélgica, y con el siguiente slogan #MadresMigrantesDerechoaDecidir queremos alumbrar y visibilizar a las Madres y Mujeres Migrantes que arriesgan la vida y su salud integral para hacer valer su derecho a la maternidad y contra la intimidación en todas sus formas al denunciar, manifestarse y defender un derecho que es el de maternar en seguridad, sin amenazas ni sesgos interseccionales por el hecho de ser Mujeres y ser Migrantes.

Además, queremos poner bajo la lupa la criminalización que se hace hacia las Madres Migrantes que exigen sus derechos. Los funcionarios estatales no han logrado encontrar solución a las violencias denunciadas por estas mujeres, por el contrario, entorpecen las manifestaciones e intimidan a las participantes ejerciendo violencia institucional. Por ello queremos recalcar que la intimidación a la cual las Mujeres Migrantes están sujetas por su género y por su condición de migrantes no solo está en las calles, también es institucional.

Reivindicamos:

Recomendamos:

Las Mujeres Migrantes nos unimos por la democracia del país que nos acoge y en el que debe prevalecer sin temer al acceso a la justicia y sugerimos que se abra el diálogo, la vigilancia y transparencia de los casos que se ocultan para romper las vidas de niños y niñas que con sufrimiento y silencio viven lejos de ese acceso a la democracia y de los instrumentos legales y ratificados que como Bélgica y nación ya están firmados.

A la sombra de las Instituciones y después de acompañar en primera línea en la integración a Bélgica a Mujeres Migrantes confirmamos que la alternativa está en la legalidad, el derecho a ejercer los valores de la CEDAW y el trabajo interdisciplinario de las Redes entre Mujeres que salvan vidas.


[1] Leuven Courthouse

[2] Leuven Commune Office

[3] Leuven Courthouse

[4] Committee on the Elimination of Discrimination against Women (CEDAW). For more information consult:  https://www.ohchr.org/EN/ProfessionalInterest/Pages/CEDAW.aspx

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